lunes, 4 de mayo de 2009

La cercanía y la lejanía

Un discípulo preguntó al Baal Shem Tov:
-¿Cómo puede explicarse que nosotros mismos, que vivimos en el amor y la veneración de Dios, aun sabiendo que Él está siempre cerca de nosotros, sentimos a veces, de pronto, una sensación como de alejamiento, como si Él interrumpiera su contacto con nosotros?
El Baal Shem Tov le explicó, con una sonrisa:
-Cuando el padre busca enseñar a caminar a su hijo, en principio lo coloca en el suelo delante suyo, muy cerca, y los sostiene con sus propios brazos impidiendo que caiga, de modo que el niño, entre los brazos del padre, aprende a dirigirse hacia su padre. Pero cada vez que el niño llega cerca, el padre da un paso atrás y aparta un poco los brazos, y así repite una y otra vez los mismos o parecidos gestos para que su hijo termine de aprender a caminar. Y cuando el hijo aprende a caminar solo, el padre puede alejarse, con la tranquilidad de que el niño ya sabe qué hacer con sus piernas, a dónde debe dirigirse.
Extracto del libro Cuentos Jasídicos, de Baal Shem Tov y Otros.


5 comentarios:

  1. Qué bonito. Lo recordaré en mis momentos de soledad :)

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  2. Saludos Leodin, el cuento me resultó nutritivo, un abrazo :-)

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  3. Bellísimo Cuento cuya enseñanza comparto plenamente!

    En nosotros está en poder, si lo sabemos usar.

    Besos

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