miércoles, 27 de enero de 2010

Hombre diferente

"Desde temprano aprendí a salir de clase en ciertas horas y a ser señalado como diferente. La moral, las costumbres, de la sociedad igualitaria acepta la natural escisión entre superiores e inferiores, los nuestros y los ajenos, ricos y pobres, capacitados y discapacitados. Pero no tolera a los diferentes." De J. Barylko, Cartas a un joven maestro.

Mientras leía este texto de Barylko, me vinieron imágenes de mis 14 años. Voy a relatar el recuerdo en presente y primera persona, como se hace en terapia gestalt:

Escena:

Estoy sentado en mi pupitre, son las últimas horas de la tarde y la última materia antes de salir del colegio. Es un día largo, como todas las jornadas de los colegios industriales. Tengo 14 años y estoy en clase de Biología, con el Profesor Herrán, un hombre mayor, de contextura media, con poco pelo y anteojos. Mi lugar en el aula es a la mitad de la hilera de pupitres, hacia el centro. Falta media hora para que termine la clase y escucho que el Profesor me dice:

-Soda!!, (jaja, así me decía por mi apellido) -Guárde sus cosas y vaya para su casa!!

Lo escucho y me quedo sorprendido, como que no entiendo porqué me lo pide. Agarro mis cosas silencioso, las guardo en la mochila y sin comprender el motivo de su pedido, me levanto y salgo del aula. Camino hasta el bicicletero del colegio, y vuelta a casa!

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Todo ese año, cuando llegaba la clase de Biología, y faltaba media hora para salir, el Profesor Herrán me decía: Soda!, Guárde sus cosas y vaya para su casa! Nunca supe el porqué lo hacía, y nunca me animé, ni se me ocurrió preguntárselo. Qué habrá visto en mi?... Y vuelvo a la cita de Barylko y el Hombre diferente. Eso fué lo que me disparó el recuerdo.

Será que habra visto la semilla de un hombre diferente? Nunca lo sabré... Hombre diferente, hombre que vive con la masa, que busca ser él mismo en una masa de muchos... Alguien entre muchos...