viernes, 6 de marzo de 2009

Cuando los mansos se cansan

imagen: Justice Sculpture, Federal Courthouse, Newark, NJ por Brooklyn Bridge Baby http://www.flickr.com/photos/23021987@N06/3114696554/
Lo cierto es que los mansos a veces se cansan; tanto las personas como los pueblos. Es entonces cuando aparece el rostro escondido de la violencia, con todas sus formas y maltratos.Las conductas reinvindicatorias de una multitud escarnecida son incontenibles, lo mismo que las reacciones individuales sorpresivas.
El sabio refranero español advierte al Soberano Injusto: "Una y no más, Señor Santo Tomás".
La diferencia que existe entre resarcir e indemnizar es la misma que hay entre perjuicio y daño. El perjuicio está relacionado con los bienes materiales, porque su presencia puede arruinarnos económicamente. El daño está relacionado con la vida, porque sus consecuencias nos pueden llegar a matar. Resarcir es indemnizar un perjuicio, mientras que indemnizar es resarcir un daño.
El ultraje es privado, vale como un insulto; la injuria es pública, afecta notoriamente el honor, es un delito. Cuando los mansos se cansan de ultrajes y de injurias, no alcanzan ni los resarcimientos ni las indemnizaciones. La anestecia anula el dolor, pero quedan las cicatrices en la piel, y la memoria corporal conserva el grito contenido, no vociferado.
La justicia apacigua, es bella y armonizadora. Es la oportunidad del amor.

Extracto del libro Cuentos para regalar a las personas que más quiero, de Enrique Mariscal.

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Soy habitante de la Argentina. Vivo en un país donde el nivel de Inseguridad Social está causando daños que son irreparables a sus habitantes. Los Gobernantes solo ejercen su discurso Sofista, y el terreno del Hacer en la Seguridad Social es un Desierto. El Desierto de la Crueldad y la Inhumanidad, servil a los que ejercen el Poder con Inconciencia... y yo aquí escribiendo en este blog me pregunto: -Estoy cambiando algo?... Seguramente no... pero por lo menos hago uso de mi derecho a expresar mi Frustración...

Gustavo.