domingo, 1 de marzo de 2009

Los sonidos del silencio



Simon & Garfunkel - The sound of silence [subtitulada]

Termino el Domingo con esta canción, que sorpresa!

El cazador astuto - Cuento Zen

Imagen: Bosque marplatense, el camino...¿doblando hacia? por renata-twist http://www.flickr.com/photos/marilandia/2563683684/
Al sur del Reino de Chu vivía un cazador que valiéndose prodigiosamente de su flauta de bambú, conseguía imitar las voces y sonidos de casi todos los animales del bosque. Armado de un arco, se dirigía a la montaña y allí imitaba el llamado del ciervo, creyendo éste que se trataba de alguno de sus congéneres, acudían por manadas al lugar, y así el cazador les daba muerte disparándole sus certeras flechas.
Esta operación era repetida cotidianamente y siempre con idéntico resultado. Sin embargo, un día, al oir el llamado del ciervo, un lobo se aproximó peligrosamente. El cazador aterrorizado debió imitar rápidamente el rugido del tigre para espantarlo. El lobo huyó pero apareció un tigre creyendo que se trataba de una hembra. Presa del pánico, el cazador imitó el gruñido del gran oso con lo cual consiguió espantar al tigre. Pero, en la escena, se hizo presente un gigantesco oso creyendo encontrar uno de sus
semejantes. El oso, al ver que allí sólo había un hombre, se abalanzó sobre él, lo destrozó y terminó engulléndoselo. Y este fue el final del desdichado cazador.
Este cuento, de clara inspiración taoísta, muestra que el uso de artificios, estrategias u otros ardides, aunque resulten exitosos, muy pronto encuentran su término pues, no responden éstos a la ley de las cosas ni lo anima otro propósito que el de servirse de aquella ley para un beneficio personal. Tarde o temprano, quien violenta a la naturaleza recibirá su violencia.
El Tao dice:

"Cuanta más astucia, mas hechos extraños ocurren, y cuantas más leyes y decretos, más ladrones aparecen". En efecto, los ardides del cazador, aunque ingeniosos, terminaron por enredarlo en su propia imitación ya que, deseoso de la presa, era ignorante de las leyes del bosque a las que sólo conocía por sus sonidos y a las que imitaba sólo en sus formas superfluas. El ciervo teme al lobo, el lobo teme al tigre, el tigre teme al oso, y el oso devora al hombre.

Extracto del libro Cuentos Zen, de Guido Tavani.

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Por distintas vivencias personales que estoy experimentando hace un tiempo, a veces medito sobre la frase "se cosecha lo que se siembra". Desde un punto de vista lógico, esta frase puede interpretarse como ingenua y carente de realidad. Desde el punto de vista existencial, no lo creo así... el significado se torna real y obedece a un acontecer natural. Confío mas en la existencia que en la lógica...

Gustavo.