jueves, 26 de febrero de 2009

Sobre la racionalización del Misterio Hebreo

Hace ya un tiempo largo que estoy teniendo largos debates con Laura sobre la racionalización o comprensión intelectual del Misterio Hebreo. Ayer volvimos al mismo punto, una y otra vez, y otra vez..., estamos en un callejón sin salida..., a partir de ahí los caminos se bifurcan y ya no son conciliables... parece que estamos destinados a la eterna lucha entre la vivencia experiencial existencial y la racionalización intelectual.
Dos formas de encarar la existencia, por supuesto, disímiles. La forma intelectual se basa en razonamientos y explicaciones sobre el Misterio Hebreo mientras que la forma existencial invita a hacer la propia experiencia del Misterio, dejarse sorprender por Él y vivenciarlo como un todo de cuerpo, alma y Espíritu, donde las racionalizaciones son solo juegos del intelecto, juegos de auto-importancia, juegos de Saber, cristalizar la existencia,... esfuerzo sin sentido... nada productivo ni creativo... en mi opinión...
La forma existencial invita a una vida experiencial, abierta a lo desconocido, a una vida de No-Saber, a un constante Naufragio Intelectual en vías de vivir la experiencia Suprema y Trascendente de la existencia. Abierto a la vivencia, a lo no-definible ni racionalizable, sin cosificar,...
El camino se bifurca en dos posturas: Racionalización del Misterio y Vivencia experiencial personal del Misterio.
Luego de un largo camino de fútiles esfuerzos de búsqueda de explicaciones, definiciones, y motivos metafísicos, hace unos años llegue al existencialismo judío-alemán. Comencé mi formación en terapia Gestalt y mientras que leía a Fritz Perls y a Hermann Hesse, se sumaron el Zen y el Taoismo. Luego experimenté el trabajo de Bert Hellinger y las constelaciones familiares (Terapia Ancestral), sumándose también la lectura de Erich Fromm, Carl Rogers y Jorge G. Castellá a la lista de personalidades del quehacer humanístico. De las sugerencias de Laura llegaron los filósofos, entre ellos Martin Buber (y su relacionarse con Autenticidad) y luego la Cabalá de Jaime Barylko, filósofo Argentino, donde encontré a la Cabalá Jasídica y sus Cuentos.
La postura de la Cabalá Jasídica devuelve el Misterio Hebreo [El Creador] al hombre mismo, invita a ser rescatado a cada instante de la existencia, estando accesible a cualquier persona que sienta el anhelo de lo Divino mas allá de su condición social y erudición intelectual, sin necesidad de intelectualizaciones y racionalizaciones.
Cabe aclarar que en esta postura el Misterio no es solo para la aristocracia intelectual de cada época que dedica su vida al estudio y el cultivo intelectual, sino que el Misterio esta abierto a todos, destacando la cualidad vivencial y experiencial personal como el modo de acceso a esa experiencia Suprema o Trascendente que la Tradicion Hebrea le llama “El Misterio”.
Citando a J.L.Borges, escritor Argentino y Cabalista, en uno de sus poemas hace alusión a esa Trascendencia que no es definible ni explicable intelectualmente:
“Mirar el río hecho de tiempo y agua
Y recordar que el tiempo es otro río,
Saber que nos perdemos como el río
Y que los rostros pasan como el agua”
Extracto del libro Borges Fotografías y Manuscritos, de Miguel de Torre Borges.
[Léase el Soneto al I-Ching, en la sección I-Ching de este blog.]
Este recorrido personal por los autores judío-alemanes-existenciales hace a mi Propia Identidad, ya que mi Padre era hijo de Padre Alemán. Me doy cuenta ahora que el camino recorrido me lleva al encuentro con mis Orígenes Ancestrales, y que en alguna unión de esos caminos, apareció la Cabalá por algún motivo...
Siento afinidad con la Cabalá del filósofo existencial Martin Buber, los cuentos Jasídicos del Baal Shem Tov, la Cabalá de Jaime Barylko..., y probablemente sea un reencuentro con alguna parte de mi mismo que había quedado enterrada por el tiempo...
Gracias Laura por ser parte de este camino de Regreso...
Termino este post, con un poema cabalista de Jaime Barylko:
La Oración de mis padres decía:
-Bendito sea Dios día a día.
Cada vez la saboreo mas, a medida que los días pasan.
Que no bendigas a Dios para siempre.
No hay siempre. La eternidad no es siempre,
es ahora, y solamente ahora, sin antes, ni después,
sin proyectos, sin memoria, sin igual,
sin analogía, sin comparación.
Bendito Dios día a día.
Recuerda el sabor pero no santifiques el saber.
Eso es idolatria, es negacion de la vivencia
y del acontecimiento.
No pretendas repetir esos detalles.
No los petrifiques.
Vete, vete al exilio.
Que cada exilio conduzca a otro exilio,
cada llegada a otra salida,
cada arribo a otra partida.
Extracto del libro Cabalá para todos, de Jaime Barylko.
Gustavo.