miércoles, 8 de abril de 2009

Erich Fromm

Imagen: Erich Fromm por david.kauppi - http://www.flickr.com/photos/vansterpsykologerna/3407958702/
Vivimos en una época sin esperanza. El hombre busca desesperadamente algo en que creer y acude a los nuevos gurús. Ni aun el hombre inteligente, de gran conocimiento, por desgracia, está a salvo de formas primitivas de espiritualidad.
La fe apasionada, fanática, en ideas y prohombres (sean cualesquiera) es idolatría. Se debe a la falta de equilibrio propio, de propia actividad, a la falta de ser.
Lo mismo ocurre con el gran amor: se convierte en idolatría cuando alguien cree que la posesión de otro da respuesta a su vida, le presta seguridad y se convierte en su dios.
El amor no idolátrico a una idea o a una persona es sereno, no estridente; es tranquilo y profundo; nace a cada instante, pero no es delirio. No es embriaguez, ni lleva a la abnegación, sino que nace de la superación del yo.
Extracto del libro Del tener al ser, de Erich Fromm.

3 comentarios:

  1. El amor es sabio y tranquilo, sabias palabras de un hombre que conocia el secreto del arte de amar!

    Gracias por compartirlo. Un beso.

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  2. ¡Hola, Gustavo! Recuerdo cuando en mi tierna juventud, una amiga me pretó el libro 'El Arte de amar'. Me pareció un tostón, un continuo darle vueltas a las palabras, mezclarlas de tal manera que, para enterarme de algo, tenía que volver a leer el párrafo o la frase varias veces...

    Conclusión: se lo devolví inmediatamente...

    No he vuelto a tomar ese texto, no porque lo haya desterrado, sino porque mi interés se orientó hacia otras latitudes de contenidos...

    Salud para ti y los tuyos.

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  3. El amor tiene difícil definición.

    Saludos.

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