jueves, 18 de diciembre de 2008

Conciencia

La eterna vida de Dios es encontrarse a sí mismo, tomar conciencia de sí mismo, coincidir consigo mismo. En este ascenso se produce una alienación, una desunión; pero alienarse para volver a encontrarse es algo intrínseco a la naturaleza del espíritu. El movimiento es la libertad; pues aun al mirar las cosas desde afuera, afirmamos que el hombre es libre cuando no depende de nadie más. Volviendo sobre sí, el espíritu logra su libertad; este movimiento universal es una continuidad en la que se manifiestan las formaciones del espíritu. Pero esta continuidad no puede concebirse como una linea recta, sino como un círculo que vuelve sobre sí mismo. El círculo tiene por circunferencia una gran cantidad de círculos... Avanza en su desarrollo, pero no hacia un infinito abstracto, sino regresando siempre sobre sí
mismo.

Hegel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Expresa tu existencia, si lo deseas :-)