Podemos estar infinitamente lejos e infinitamente cerca el uno del otro, sin saber que sucederá un segundo después. Que apasionantes son esos momentos. El mundo se detiene, corre en cámara lenta, y somos absorvidos por una dimensión interior que nos conmueve hasta las profundidades de nuestro ser.
Antes
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Antes de que salga el sol
ya estaba solo
Antes de salir de la cama
tembló
Antes de desayunar
ya tuvo miedo
Antes de salir a jugar
alguien lo golpeo
Antes d...
Hace 5 semanas